Capricho de Santiago
Anoche, Novedades Carminha lo petaron en Oviedo en una doble sesión demoledora e incendiaria, en una noche lluviosa y fría de noviembre.
Tenía muchas ganas de verlos, tras haberlos escuchado en algunos directos en radio 3, y la verdad es que no defraudan nada. Tuvieron sold out en los dos pases que ofrecieron y aunque la sala no es muy grande, eso no importa cuando las entradas volaron para ambos conciertos.
Sobre las 22:35 la banda subió de nuevo al escenario para empezar el segundo pase. Comenzaron si no recuerdo mal con Que dios reparta fuerte, y vaya si repartieron, entre un público bastante joven que no perdonaba ningún pogo, jaleado en un par de ocasiones por el propio Carlangas que se bajó del escenario para animar aún más el cotarro.
Encadenaban canciones como si un tiovivo de diversión se tratara, al más puro estilo punk. Todos bailábamos y sudábamos, hacía muchísimo calor ahí abajo, pero mereció la pena cada minuto en esa sauna. Son uno de los mejores directos del panorama actual.
Sobretodo tocaron canciones de su último álbum Campeones del mundo, pero sin olvidar Juventud infinita, Jódete y baila e incluso como colofón final versionaron Demolición de Los Saicos.
No fue un concierto largo, pero sí que fue rápido sudoroso y divertido. Los chavales se entregan a la causa, bailando y sudando como los que más. Me encantó su rollo desenfadado, como el del teclista que tocaba con la mano derecha mientras que en la izquierda aguantaba su copa, o el punto Joe Strummer del bajista.
En serio, si tienen la oportunidad de ir a verles, no se lo piensen mucho que las entradas vuelan.
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