Ayer por la tarde pude disfrutar de la ópera Il trovatore en la plaza del ayuntamiento de Oviedo, gracias a esas nuevas ideas de acercar este arte a la gente de a pie que no se puede permitir el lujo de un abono del Campoamor, el cual ronda los 1000€.
Oviedo, como es bastante sabido es una ciudad pija, y tiene una una temporada de ópera bastante reconocida más allá del negrón. Lo cuál está genial, pero remarca un poquito más la idea de ciudad pija.
La verdad es que no sé desde cuando se vienen teniendo estas iniciativas de acercar la ópera, imagen del elitismo, a todos los ciudadanos, pero la verdad es que son ideas a aplaudir.
No solo se hace en Oviedo, también en Madrid y supongo que en más ciudades, e insisto son grandes iniciativas para dejar de estigmatizar la ópera como algo exclusivo para las élites.
Ayer, a las ocho de la tarde, estaba la plaza de la Constitución llena de gente en sus sillas (puestas por el ayuntamiento) esperando a que empezase la retransmisión de la ópera desde unas calles más abajo, sí, desde el Teatro Campoamor y a pesar de la duración (casi tres horas, incluido media hora de descanso), de las campanas de la iglesia de San Isidoro y de la bajada de temperaturas, ahí nos mantuvimos un considerable número de público, aplaudiendo y disfrutando tanto o igual como los asistentes del teatro. Con la ventaja de no ir demasiado emperifollados.
La verdad es que me encantó y volvería seguro a otras representaciones. Gracias a estas iniciativas de acercamiento de la cultura, se da la oportunidad al gran público de disfrutar de grandes obras, grandes compositores para dejar atrás la idea de que ciertas representaciones artísticas son solo para una élite que las comprende y aprecia, cuando el realidad cualquiera puede llegar a apreciar y comprender.
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